domingo, 23 de febrero de 2014

Feria Internacional del Libro de Minería

¡Ya inició la XXXV Feria Internacional del Libro de Minería! Y por supuesto, siendo este un blog sobre libros y su proceso editorial, no podíamos faltar. 
Arco iris de lomos
     El Palacio de Minería nos recibió con las puertas abiertas. Después de pagar $15 por entrar al recinto, pudimos disfrutar de los millones de títulos que se ofrecen a los visitantes en este evento cultural. 
     No pasaba del medio día del primer sábado que la Feria estuvo en la ciudad, y ya había gente apelotonada en algunos de los stands o moviéndose de un piso a otro con varias bolsas en las que se encontraban sus compras más recientes. 
     Hacia donde uno mirara, se encontraba con todo tipo de contenidos: bestsellers, novelas rosas (eróticas), libros de cocina, revistas, colecciones, promociones, discos, enciclopedias, libros en miniatura... 
     La variedad también podía encontrarse en la cantidad de autores y editoriales que abarcan el Palacio, así como instituciones reconocidas como el Fondo de Cultura Económica, Porrúa, TusQuets, Paidós, Alfaguara, Libros UNAM, Era, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), Planeta, La Sonrisa Vertical, Santillana, Océano, Trillas, Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), Urano, entre otras. 
Libros accesibles
     Conforme iba avanzando entre estantes y personas, me daba cuenta de que no había excusa para salir del lugar si un libro en las manos. Habían publicaciones, de muy buena calidad, desde los $10 pesos. Y si un libro no era de interés, también habían revistas, como Algarabía, y discos en los que se podía escuchar cuentos para niños o poemas.
Más que libros...
      En algunos de los stands, nos parábamos a preguntar a los encargados cuáles eran los libros más vendidos. Cosa curiosa con la que nos encontramos:
  • Los libros más vendidos de Era: "Las batallas en el desierto" del recién fallecido José Emilio Pacheco, "Aura" de Carlos Fuentes y "La noche de Tlatelolco" de Elena Poniatowska. 
  • Los libros más vendidos de la UNAM: "La visión de los vencidos" de Miguel León-Portilla y "Los chiles rellenos en México. Antología de recetas"
  • Los más vendidos de Alfaguara: Los libros de Yordi Rosado. 
     En otros stands simplemente apreciábamos el diseño de las publicaciones, en lo particular, el tipo de ediciones que hacía CONACULTA, me parecían de lo más llamativas y cuidadosas.


     


       Ediciones de CONACULTA







     Una de las cosas buenas de estar entre tantos libros, es que muchas veces parece que el tiempo no pasa. Íbamos de una editorial a otra, veíamos título tras título y autor tras autor y la Feria continuaba. Pasábamos por todo tipo de publicaciones, desde las dedicadas a los infantes...
Para todo público
     ... Hasta las dedicadas a un público con intereses más pasionales...

La reacción de la gente al ver los libros eróticos 
     La XXXV Feria Internacional del Libro de Minería, como todos los años, presentó variedad de temáticas para complacer a todo el público, permitiendo que muchos niños tuvieran sus primeros acercamientos a la lectura, que muchos jóvenes encontraran títulos para sus escuelas y que todo mundo gozará nuevamente del olor del papel, de los precios que invitaban a comprar y de los diseños de los libros que provocaban la lectura.

Nota de advertencia: 
Si a la siguiente Feria quieres ir "solamente para ver", no lleves nada de dinero, pues de otro modo, no podrás contenerte y terminarás comprando, mínimo, un par de publicaciones.




sábado, 22 de febrero de 2014

¿Cómo se decide si un manuscrito se publica o no?

En el texto “Desarrollo editorial: de la idea al libro” de Datus Smith, el autor describe las características de un buen editor. Éstas son: 

  • Debe encontrar el equilibrio perfecto en su trabajo entre ser un hombre de negocios y un promotor cultural.
  • Un buen editor sale a buscar libros. No se sienta a esperar que le lleguen los manuscritos. 
  • Estimula la creación de nuevos proyectos. No se va solamente con lo que ya se sabe que quiere la gente, sino que también intenta satisfacer otras necesidades.
  • Debe alimentar el proyecto con las aportaciones, experiencias y opiniones de todos los departamentos que intervienen en el proceso de edición, no depender de ellas, pero sí tomarlas en cuenta.
  • Llevar un registro de las obras que recibe, en el que se anote el nombre del autor que envía el manuscrito y las fechas de cuándo se reciben los manuscritos, cuándo se envían al consultor, cuando se devuelven, etc. Esto facilita la organización de los manuscritos
  • Debe ser ingenioso. Cuando se aparezca un obstáculo en el proceso de edición de un libro, debe tener creatividad para afrontarlos.
  • Debe estar informado sobre lo que pasa en la actualidad en el mundo, ser sensitivo a las reacciones del público y tener un bagaje cultural amplio.
  • Realizar estudios de mercado, para conocer mejor las ideas, gustos y necesidades de los lectores.
  • Programar y calcular tanto la inversión económica, como las ganancias y el tiempo en el que llegarán. Tener en cuenta, al mismo tiempo a los compradores potenciales, para saber quiénes comprarán el libro y cuántas copias se tiene oportunidad de vender.
  • Trabajar en conjunto con todos los departamentos de la casa editorial, no solamente escuchar sus opiniones sobre los manuscritos, sino también para planear la distribución, el diseño, etc.
  • Le debe dar una buena presentación a las ideas del libro.


 Proceso de evaluación y selección de las obras publicables. 

     La decisión de lo que una editorial publica o no, depende también de un buen editor, quien, como veremos más adelante, no debe tomar esta decisión solo. 
     A una editorial llegan anualmente cientos de manuscritos que buscan ser publicados. Elegir cuáles sí los serán y cuáles no, depende del editor, aunque también pueden intervenir otros aspectos. Por ejemplo, que se pierda el manuscrito o no se recuerde su nombre para llamar al autor (para ello se reitera es importante el registro). También puede que al editor no le de tiempo de leer el manuscrito. 
     O puede que no se cuente con los recursos monetarios para pagar todo el proceso de producción, que no haya papel suficiente o suficientes empleados. De la misma forma hay que reflexionar si el libro va con la línea de la empresa. Se pueden también contratar buscadores de libros, que salgan de la empresa y busquen manuscritos para enviárselos al editor. O se pueden dar premios para estimular que las personas participen, manden y se publiquen sus manuscritos. 
     Otra opción es que el autor contrate a un agente literario, quien mandará el manuscrito a varias editoriales y luego cuando una se interesa en la obra, hace un trato con la editorial que convenga al autor. La editorial también puede encargar a un autor, escribir un nuevo manuscrito, la idea puede surgir de distintos eventos: escribir las memorias de un personaje en boga, hacer una compilación de relatos de un escritor reconocido, pedirle a alguien que tenga facilidad para explicar temas científicos que transcriba algunos de sus discursos para hacerlos libro, etc.
      Por otro lado, si dentro del consejo editorial un miembro le da una primera lectura a un manuscrito y considera que puede tener éxito al ser publicado, se le pasa al editor quien invertirá tiempo en leer la obra completa. 
     Y si el editor no está seguro si valdrá la pena invertir en la publicación del libro, puede llamar a un consultor. Éste es un experto en el tema del que habla el libro, o una figura reconocida dentro del mundo literario. Él le ayudará a tomar esa decisión y también a mejorar el contenido de la obra.
     Como es fácil darse cuenta, con cada obra, la decisión de publicarla o no, dependerá de distintos factores, que muchas veces dependerán del editor, pero otras también del mismo autor. Sea cual sea el caso, lo importante es tener paciencia, pues el proceso puede ser largo y tener en cuenta lo que Datus Smith dice en el texto mencionado al inicio: “El proceso editorial genera gastos mucho antes de proporcionar ingresos”.


Fuente:

Smith, Datus. “Desarrollo editorial: de la idea al libro”. Págs. 54-68. 

domingo, 16 de febrero de 2014

Guía para la publicación de libros

Iniciemos como en la cuarta de forros de un libro de autoayuda: ¿quiere usted tener su propia empresa editorial?, ¿arde en deseos de ser editor?, ¿quiere publicar libros y no sabe cómo? Aquí le tenemos una guía con recomendaciones rápidas, fáciles y prácticas para que usted se decida a concretar el sueño que tanto le atormenta: participar en el proceso editorial. 

Requerimientos previos:
     Antes de que usted se convierta en el editor que México espera, debe estar seguro de esta decisión, por lo que antes de saber cómo iniciar su pequeña empresa para publicar libros se le recomienda leer el texto Viendo como editor, de este mismo blog, para que se de una idea de las actividades diarias que tendrá que realizar si trabaja de ello.  
     Si ya está seguro y desea iniciar su propia empresa editorial, entonces debe tener ciertas capacidades personales: iniciativa, inteligencia y energía. Si usted cuenta con poco capital, no se atormente, aún así puede realizar este sueño. 

Guía para publicar libros: 
     Los pasos para comenzar a publicar libros desde cero son: 
  1. Tener en cuenta cuestiones técnicas, como el costo de la maquinaria, del papel, o las relaciones con las instituciones con las que se vaya a colaborar (escuelas, funcionarios públicos, bibliotecas, librerías). 
    Usted puede ver con más detalle el proceso de imprenta de un libro en este link
  2. Deberá adaptar su trabajo editorial a sus propias necesidades. Usted, como pequeño editor que apenas abrirá su industria, puede observar las técnicas y experiencias de las empresas editoriales de otros países en los que estas empresas ya estén más desarrolladas, para adaptar así esas herramientas a su pequeña industria, a sus necesidades, a su realidad local y a los intereses tanto de los lectores como los suyos.
  3. Los libros son la llave para el desarrollo social, educativo y económico de una sociedad. Por lo que debe pensar que al fomentar la industria editorial en su país, estará impulsando no solo su cultura, sino también propiciará el desarrollo económico de su nación.
  4. Las editoriales como industrias locales, son necesarias. A pesar de que se tiene el concepto de que se adquiere una “alta cultura” al leer a autores extranjeros, también es importante que su industria le de voz a los escritores nacionales, con el propósito de enriquecer la cultura, en este caso, mexicana, crear una tradición histórica con sus libros y fomentar así también un sentido de unidad nacional.
  5. Una de las ventajas de tener una empresa editorial local, es que los lectores mexicanos se pueden sentir identificados más fácilmente con lo que se relate en el libro, pues se estará hablando de una cultura, de situaciones, pensamientos e incluso experiencias que ellos conocen y han vivido. Por ejemplo, para un lector de México será más significativo y podrá recordar con más facilidad alguna narración que hable sobre los empujones en el metro, lo que es comer tacos en la calle, ir en los camiones escuchando música a todo volumen y sufriendo un dolor en las pompas por lo rápido que pasan los topes, etc. En lugar de una que hable sobre los problemas de vivir en una sociedad oriental, de cazar a un animal para comer, o vivencias de otras culturas.
  6. Debe tener en cuenta que los libros que busque publicar, deben ser de interés para su lector y servir a las necesidades del mismo.
  7. Cuando ya se abra la empresa habrá que trabajar todo el tiempo en equipo. Para publicar un libro, se necesitará más que un editor, pues a pesar de que en éste recae la mayor responsabilidad y organización de la publicación, también necesita de otros especializados para completar y mejorar el trabajo. Los principales son:                                                                                                   -El autor. Que escribe el contenido de la obra. Él firmará un contrato con el editor para autorizar la venta de las copias de su manuscrito a cambio de recibir un pago, que va a depender del número de ejemplares que se vendan. Éste también tendrá que enfrentarse a la intervención del editor en su obra. Y debe estar consciente de que difícilmente podrá vivir de las ganancias que la venta de sus libros le otorguen.
         -El impresor. Convierte el manuscrito en un libro. Se encarga del diseño del libro, corregir errores, de elegir el tipo de encuadernación, el papel, la tipografía, los colores, etc.
         -El vendedor. Distribuye los libros y los pone a la mano del consumidor.
  8. Como editor deberá realizar numerosas actividades: recibir el manuscrito del autor, aportar el capital para todo el proceso, contratar los servicios del vendedor, impresor, diseñadores, supervisar cada paso del proceso de edición y distribuir los libros a los vendedores.
  9. Por último y cerrando como libro de autoayuda: usted pude lograr las cosas que se proponga, como iniciar su propia empresa editorial para publicar libros, sólo necesita iniciativa.

Fuente:

Smith, Datus. “Guía para la publicación de libros”. Universidad de Guadalajara. México, 2011. 14 p. 

sábado, 15 de febrero de 2014

Viendo como editor

Estás en la oficina, apenas tienes tiempo para observar a tu alrededor y darte cuenta de las montañas de papeles que a diario te llegan. De entre todos esos manuscritos debes elegir cuáles publicarás. Tu labor: convertir un montón de hojas engrapadas o mal cuidadas, en un libro. Gracias a ti, millones de jóvenes, niños, adultos o ancianos, tendrán en sus manos un libro. 
     La tapa será tal vez roja, azul, negra… En el metro se verá a los jóvenes subir al transporte con sus libros en las manos. En sus casas, los niños estarán frente a una mesa, observando las ilustraciones con maravilla. Todo gracias a tu decisión de publicar.
     Aunque también pueden haber libros que terminen abandonados en los estantes. Rayados por los niños. Rotos y despreciados por los jóvenes. Usados por los adultos para que la pata de la mesa no esté coja o por los abuelitos para matar a algún bicho. Para no publicar libros que sean tan poco interesantes para las personas, hay que saber ser un editor.
     Para saber si tendrías aguante en este trabajo dentro de una empresa dedicada a publicar libros, a continuación te presento las actividades que tendrías que llevar a cabo y te des una idea de todo lo que necesitas para desempeñar un buen papel de editor: 
  • Conocer la demanda. No sólo la presente, sino también las variaciones o intereses que se puedan formar en el futuro en el público.

Por un tiempo la temática en boga fue la de los zombies
  • Tu trabajo será seleccionar a los autores y a las obras que se publicarán, evaluar y corregir el escrito cuantas veces sean necesarias, elegir el número de la tirada, los costos de todo el proceso, el precio de venta, diseñar la forma de promocionar el libro, cuidar la tipografía, el lenguaje, el papel, el diseño, la forma de distribución, imponer a los autores que publicarás y proponer nuevas líneas en la literatura. 
  • Serás el líder de los tres principales departamentos de las editoriales: producción, comercialización y administración, teniendo en cuenta que cada uno de estos departamentos se divide en muchos más:

  1. Dentro del departamento de producción: la edición, la corrección de estilo, el departamento de arte, producción industrial, derechos de autor, derechos subsidiarios. 
  2. Dentro de la comercialización: El departamento de ventas, estudios de mercado, promoción y marketing, prensa, almacenaje y distribución, exportaciones. 
  3. Y dentro del departamento de administración: compras, finanzas, contabilidad, recursos humanos, servicios generales.

  • Tener olfato editorial para saber qué obra tendrá éxito y cuál es el verdadero valor narrativo de una obra.
  • Debes tener entusiasmo e imaginación, ser audaz e intuitivo para saber resolver los obstáculos y presentar el libro de una forma llamativa. 
  • Es importante contar con capacidad empresarial, para poner el dinero, arriesgarse a una pérdida financiera y responsabilizarse en nombre de un gran equipo de trabajo.
  • Hacer viable la empresa. Es decir, ser coherentes con las motivaciones de la empresa, ya sean estas culturales, éticas o económicas.
  • También hay que percibir cuál será la ventaja competitiva que dará la obra a la empresa editorial.
  • Tendrás que relacionarte con el autor de la obra, con los distribuidores, e incluso con el lector (conocer qué es lo que el cliente quiere, sus preferencias, necesidades, cómo satisfacerlo). Y no sólo estar en contacto con todos esos personajes, sino también ganarte su confianza, para que los autores vuelvan a acudir a ti cuando escriban otra obra y de los lectores, para que reconozcan tu trabajo.  
  • Tener en cuenta que tu relación con el autor no será siempre amigable. El escritor siempre creerá que su obra está bien como es, y como editor tendrás que aplicarle las mejoras sin ofenderlo. Este último puede también culparte a ti como editor si su libro no se vende y viceversa. Debes formar un buen vínculo profesional, emocional y personal con él.
  • Hay que saber manejar los recursos que se tengan a la mano para hacer las inversiones monetarias.  
  • Debes tener muy en cuenta que los libros publicados pueden expresar tanto poesía, como finanzas, provocar placer o ser de utilidad práctica, que puede significar una mercancía o una aportación cultural.
  • Cada día deberás tomar decisiones muy importantes, debes saber trabajar bajo la presión del tiempo por un lado, mientras que por otro también hay que saber que el proceso desde que se tiene el manuscrito en las manos hasta que se vende, puede durar meses. 
  • También debes saber que tu trabajo es ofrecerle un producto al lector y un servicio al autor (para mejorar y dar a conocer su obra). 
  • Por último, pero no menos importante, deberás saber equilibrar el aporte culturar de la escritura y de la obra, con los intereses del público.

Después de saber todo lo que debes hacer como editor, ¿tú podrías hacerlo?


Fuente:
Sagastizábal, Leandro de y Fernando Esteves Fros (comps.). “2. Administración de una empresa de cultura”, en El mundo de la edición de libros, Paidós/Diagonales, Buenos Aires, 2002. 12 p. 

sábado, 8 de febrero de 2014

¿Qué han leído los gobernantes?


“¿Cuáles son los tres libros que han marcado su vida personal y política?” le preguntaron a Enrique Peña Nieto, actual presidente de México, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) del 2011. Su respuesta provocó burlas y desprecio en distintos sectores de la sociedad, sin embargo, sacó a relucir un asunto que no es digno de risa: ¿qué es lo que leen los gobernantes? 
     Carlos Monsiváis en “Elogio (innecesario) de los libros”, habla respecto a este preocupante tema. 


      Todos los amantes de los libros hemos vivido en carne propia las alegrías que provoca el leer. La satisfacción de convertirnos en alguien más, de enriquecer nuestros conocimientos, de cultivar el idioma, de estimular nuestras ideas y nuestra imaginación, de alimentar nuestra curiosidad y de fortalecer nuestra personalidad, entre otras sensaciones. A pesar de la riqueza de la experiencia, éstos son los placeres que parecen algunos líderes no conocer.
     El problema radica en que, como los políticos no leen, entonces no está dentro de sus preocupaciones ayudar al desarrollo de un México de lectores. Los gobernantes no buscan impulsar la producción de libros nacionales y mucho menos inducir a leer a los mexicanos, pues para ellos la lectura no tiene mayor trascendencia en su vida cotidiana. Monsiváis da un ejemplo de ello en la página 5 del texto anteriormente mencionado: 
A un político del Partido Acción Nacional (de la derecha mexicana), Carlos Medina Placencia, un periodista le pregunta: «¿Qué lee ahora, senador?». Responde: «Nada, porque me cambié de casa y tuve que meter mis libros en cajas». Nuevo interrogante: «¿Y hace cuánto se cambió de casa?». Contestación elocuente: «Hace como ocho años». 
     Entonces, ¿qué es lo que leen los gobernantes? No mucho, al parecer. Tan sólo hay recordar todos los errores lingüísticos que han cometido los últimos presidentes de México para percatarnos de su alejamiento del mundo de las letras. Al menos antes leían un poco más, como sus discursos, hoy en día ya ni eso, pues ahora se los van dictando al momento por el chicharito que se ponen en el oído. 
      Y entonces, ¿qué pueden hacer los líderes políticos para impulsar la lectura en el país? Si hay un verdadero interés por propiciar la lectura, debe ser permanente, no solamente con programas o campañas que duren un par de meses o durante los festivales culturales, mientras que el resto del año se olvidan de que existen esas herramientas llamadas libros. 
     Hay que permitir que las personas se acerquen a los libros, para que exista así el estímulo mental que necesitan las personas para que por su cuenta sigan leyendo. Pues, como lo presenta Monsiváis, antes un grupo más pequeño de la población era el que leía pero la trascendencia de esa lectura era más amplia que ahora. Hoy más personas tienen acceso a los libros, pero no todos hacen uso de los libros.
     Y, ¿cómo impulsar que la gente se acerque a la lectura? Se puede hacer algo en primer lugar con los costos, por ejemplo, algunos estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), prefieren sacar copias, buscar los libros en Internet o en las bibliotecas, antes que ir a comprarlos, pues muchas veces su capital no es tan amplio como para estar comprando libros todo el tiempo. 
     Además, se tienen que dejar de lado los estereotipos dentro del propio mundo de la lectura. Por ejemplo, la globalización ha provocado que las ventas más grandes de los libros sean principalmente de dos estilos: autoayuda y bestsellers. 
     Los primeros, son leídos por personas que buscan abrir su negocio que pretende ser multimillonario, subir su autoestima, convertirse en buenos hijos y superar la pérdida de un ser querido, todo ello con tan sólo 7 sencillos pasos. Y los segundos, bestsellers, desprestigiados…  no sólo por los propios lectores que no se atreven a leer algo tan "superficial y masivo", sino también por las adaptaciones cinematográficas que muchas veces no hacen justicia a las historias.
     Si se le pregunta a los fans de alguna historia, que hayan tanto leídos los libros como visto las películas, sobre adaptaciones como "El Señor de los Anillos", "Harry Potter", o algún libro de Stephen King, dirán en su mayoría que no se le hace justicia por completo a la obra literaria, pues siempre faltarán elementos que son difíciles de traducir a la pantalla grande.
     Estos dos tipos de libros, autoayuda y bestsellers, son vistos como modas, sin embargo,  no debemos ver todo como enteramente bueno o malo, pues no debemos olvidar que, modas o no, propician que determinado grupo se inicie con el hábito de la lectura y al menos con ello ya sean capaces de mencionar los tres libros que marcaron su vida, a diferencia de otros personajes políticos.

Fuente:
     Monsiváis, Carlos. “Elogio (innecesario) de los libros”. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, 2004. 12 p. 

martes, 4 de febrero de 2014

Hace mucho tiempo en una galaxia muy lejana...


La Federación anunciaba el comienzo de otro ciclo escolar... Y con ello, vino la creación del presente blog.

     A todos aquellos lectores, lectoras, monstruos o cualquier otra criatura que se cruce con los contenidos aquí propuestos le doy el más cordial recibimiento. Y les propongo, no de forma indecorosa, que nos dejemos llevar juntos por este camino sinuoso lleno de lecturas y controles, cuya meta es el ejercicio periodístico.

     Y qué mejor forma de que presentar este nuevo espacio que con una fabulosa canción de bienvenida:


   
     No me queda más que recordarles que... La ropa sucia, también se puede lavar en Polakas.