Del manuscrito al libro
Ya hemos hablado en este blog del trabajo que realizan el editor (Viendo como editor) y el corrector (Viendo como corrector de textos), ahora va el turno de ponernos en los zapatos del diseñador que trabaja en una editorial.El proceso de edición de libro es aquel en el que, después de realizadas todas las correcciones y tener la seguridad de que así es como se imprimirá el libro, el manuscrito se convertirá en un libro. Por lo tanto, el diseñador es el encargado de otorgarle las características físicas al libro.
Dichas características son el tipo de papel del libro, de letra, el espacio entre líneas, el tamaño de la hoja, los números de páginas, los márgenes, la encuadernación, el orden de los renglones, dónde se colocan los títulos de los capítulos, la cubierta, el acomode de las ilustraciones y mapas, pensar en los costos (tomando en cuenta al lector, quien pagará por el libro, y a la editorial, quién tendrá que invertir en ello), la viabilidad de su proyecto, etc.
La elección del tipo de impresión que tendrá el libro tendrá que llevarse a cabo teniendo en cuenta todos los elementos anteriores.
Dos elementos importantes respecto al trabajo del diseñador: el primero es que debe darle una presentación al libro que sea atractiva y de preferencia, que requiera un bajo costo; el segundo es que el diseño que se le dé al libro debe reflejar las ideas de la obra, hacer del texto algo atractivo a la vista y que corresponda el diseño con el enfoque del libro.
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| Esta portada... ¿motiva el interés en la obra? |
Por ello, la realización de los forros es muy importante. Muchas veces de ello depende que un libro tenga éxito o no, por el interés que genere en la gente para hojear el libro o para ignorarlo.
Por otro lado, otro trabajo que corresponde al diseñador, será investigar qué tipo de materiales están disponibles en la región para usar en el diseño de los forros y hacer su labor basándose en ello.
Aunque también es cierto que muchas veces las decisiones del diseñador respecto a la selección del material y del diseño,
tendrán que modificarse dependiendo de las exigencias de la empresa
editorial. Y sin importar estas
limitaciones, el diseñador debe continuar con su trabajo de brindar un trabajo
práctico y atractivo.
Por último, las características que un diseñador debe tener son: buen gusto artístico, cumplir con los plazos establecidos y tener conocimiento del proceso editorial para que sus
elecciones sean las adecuadas en términos monetarios y en cuestiones estéticas.
Fuente:
Smith, Datus. “Edición del escrito”. Págs: 83-92





